Los egipcios no contaban el tiempo desde un determinado punto fijo, sino que basaban su cronología en la duración del reinado de cada uno de sus faraones.
Las listas que de ello nos han quedado se encuentran fragmentadas, omiten ciertos reinados por controversias (como pueden ser el de Hatshepsut o el de Akenatón) e incluso hay periodos donde hay varios gobernantes al mismo tiempo que son registrados como reinantes consecutivos. Por lo tanto, la cronología del antiguo Egipto está lejos de ser algo exacto.
Entrada publicada originalmente en Historia, cultura y arte.
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