Las coronas en el antiguo Egipto podían ser llevadas por hombres, mujeres o diferentes dioses o diosas porque eran tanto símbolos de realeza como de divinidad.
Sabemos de la existencia de diferentes coronas por las representaciones encontradas en el arte egipcio, pues no tenemos restos arqueológicos de ejemplos de coronas que se hayan conservado hasta nuestros días. Eso provoca que tanto el material como el tamaño real de estas coronas sea hasta ahora algo incierto.
Se trata de símbolos de poder y distinción dentro de la sociedad, que servían para hacer al propietario aparecer de un mayor tamaño que sus súbditos y además mostrar su poder a partir de los posibles materiales utilizados, que no estarían al alcance de toda la población.
Además, la imagen de estas coronas debía servir como una especie de jeroglíficos, que podían leerse e interpretarse.
Las coronas reales además se vinculan con una esfera sobrehumana, por lo que su tamaño prolongado puede relacionarse con su relación con el cielo y lo divino. Así, muchas coronas, tanto en textos como en representaciones, son símbolos de la conexión entre lo terrenal y lo divino. Además, los materiales utilizados, como el oro, también se vinculan a los dioses. Además, muchas veces estas coronas son relacionadas con los dioses Horus o Ra.
Muchas coronas tienen además elementos con un origen animal, que asociaban al propietario con algunas de las cualidades específicas de los dioses (que podían ser representados con forma animal), o vegetal, sobre todo en las coronas de reinas y princesas, que se relacionan con la belleza, la juventud o el renacimiento.
Las coronas que podían ser llevadas por los faraones reflejan diferentes aspectos de la realeza y su aparición va cambiando en las diferentes épocas históricas. Además, algunos de sus aspectos fueron después asimilados por las culturas de civilizaciones vecinas, como por ejemplo la Nubia.
Pero también hay coronas relacionadas con el mundo funerario, con los ritos de tránsito del mundo de los vivos al mundo de los muertos que transformaban al difunto en un habitante del cielo; o con rituales templarios, que evocan el renacimiento de las divinidades.
Bibliografía:
GOEBS, Katja: "Crowns" en Oxford Encyclopedia of Ancient Egypt.
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