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La paleta de Narmer: análisis iconográfico

La obra escultórica conocida como “Paleta de Narmer” pertenece al periodo predinástico del Antiguo Egipto (3000 a.C.). Es una placa de limolita verde que mide unos 64 cm de alto y unos 42 cm de ancho. Fue encontrada en el templo de Horus en la ciudad de Hierakónpolis o Nekhen. Su protagonista, Narmer o Menes, es considerado el primer faraón de la primera dinastía egipcia.


La paleta está tallada en bajorrelieve por sus dos caras y se cree que representa la batalla o batallas que dieron lugar a la unificación del Alto y el Bajo Egipto. Aunque se considera una paleta para cosméticos, su tamaño, peso y calidad hace pensar que en realidad se trata de un objeto ritual o votivo y no de uso cotidiano.

Paleta de Narmer
Paleta de Narmer - Museo egipcio de El Cairo

El reverso está dividido en tres partes o registros horizontales.

En el primero se encuentra el nombre de Narmer (un pez y un cincel dentro del serekh) flanqueado por dos cabezas de vaca con rostro humano, símbolo de la diosa Bat.

En el central se encuentra el faraón, representado de un mayor tamaño, llevando un faldellín corto sujeto con una cola de león de la que cuelgan adornos con la cabeza de la diosa-vaca, la Corona Blanca del Alto Egipto y una maza con la que se dispone a aplastar al enemigo (con barba y el cabello rizado); detrás de él se encuentra el portasandalias con una jarra para la purificación; a la derecha se encuentra un halcón, símbolo del dios Horus, sobre seis tallos de papiro (símbolo del Bajo Egipto) que brotan de un cuerpo humano. Es posible que también estos seis tallos de papiro simbolizaran el número 6.000, indicando, por lo tanto, que fueron 6.000 los enemigos derrotados.

En el registro inferior se puede ver a dos enemigos con barba y desnudos probablemente muertos, que podrían representar realmente a ciudades ya conquistadas.


El anverso está dividido en cuatro registros.

El primer registro es similar al del reverso: en él podemos ver la representación de la diosa Bat y el nombre del propio Narmer.

En el segundo, el faraón es representado con la Corona Roja del Bajo Egipto, portando su maza y un flagelo que se acabará convirtiendo en un cetro y símbolo real. Su nombre se encuentra frente a él y detrás de él vuelve a situarse su portasandalias; delante de este grupo están, según unas teorías, el visir y, según otras, la esposa o madre del rey y cuatro portaestandartes que llevan una piel de animal, un perro y dos halcones y que representan a gobernantes del país; a la derecha se encuentran diez enemigos decapitados con las cabezas entre sus piernas, que representan la victoria del faraón y sobre los cuales se sitúan un halcón y su barca sagrada.

En el tercer registro dos animales sagrados (mezcla de serpiente y leopardo), atados y sujetados por dos hombres, entrelazan sus cabezas, lo que podría simbolizar la unión del país. Se utilizaba el círculo central para la mezcla de cosméticos (pigmentos, aceites...) con los que luego se maquillaban el rostro.

En el último registro un toro, identificado con el faraón, destruye una fortaleza y mata al enemigo.


Se trata, por lo tanto, de una pieza llena de simbolismo. No está claro si relata un hecho histórico o si simplemente representa el poder del faraón, pero sea como fuere, gracias a ella podemos entender el papel dominante que tenía el gobernante en este periodo del antiguo Egipto.

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