La flor de loto en el antiguo Egipto está asociada con el concepto de amor y es considerada como un símbolo de vida eterna y resurrección, pues se cierra por la noche y se abre al amanecer y se pensaba que el dios del sol había nacido de una, ocupando por lo tanto un papel muy importante en las escenas de banquete.
Además, se pensaba que su aroma tenía un efecto sedativo o hipnótico que influía en el comportamiento de los dioses y facilitaba la comunicación con ellos, algo buscado en la “Bella Fiesta del Valle”, festividad en la que se solían celebrar los mencionados banquetes. Por otra parte, su esencia o aceite, que se usaba como perfume, se relacionaba con el sudor de los dioses (Green, 2001).
Sin embargo, existe la teoría de que la flor de loto (Nelumbo nucifera), de color rosa, no era conocida por los egipcios del Reino Nuevo, sino que fue introducida desde la India en el periodo persa (siglo VI a.C.).
Lo que sí conocían los egipcios eran dos tipos de lirios: el lirio azul (Nymphaea caerulea Savigny) y el blanco (Nymphaea lotus Linnaeus Willdenow).
Es por ello posible que las referencias a la “flor de loto” sean incorrectas y en realidad estemos hablando de lirios (Harrington, 2012). Además, existen diferencias notables entre ambos tipos de lirios: mientras que el azul se abre sólo unas horas por la mañana, el blanco lo hace de noche, y la forma de sus pétalos es distinta.
Por otra parte, existe un debate sobre si los lotos (o lirios) del Nilo tenían o no propiedades narcóticas (Emboden, 1978, 1981; Harer, 1984, 1985).
Su naturaleza tóxica es mencionada en textos médicos como el papiro Ebers, pero en este texto no se establece una diferencia entre el lirio azul y el blanco. Diferentes análisis han demostrado la existencia de alcaloides con propiedades psicoactivas en ciertas partes de estas plantas que son solubles en alcohol y no en agua. Es por ello que estas flores eran añadidas al vino o a la cerveza para activar su poder narcótico. Sin embargo, otros estudios niegan estas capacidades en los lirios (Counsell, 2008).
Además, la representación en muchas ocasiones de los lirios azules junto a la mandrágora podría señalar su uso como símbolos eróticos (Szpakowska, 2003).
Texto original publicado en: Bueno Guardia, Miriam: “La representación de la danza dentro de las escenas de banquete de las tumbas tebanas privadas de la XVIII dinastía egipcia”, Panta Rei. Revista Digital de Ciencia y Didáctica de la Historia, 2019, pp. 69-89. Descargar
Bibliografía:
COUNSELL, David J.: “Intoxicants in Ancient Egypt? Opium, nymphea, coca, and tobacco” en DAVID, Rosalie (ed.): Egyptian mummies and modern science. Cambridge University Press, 2008.
EMBODEN, William A.: “The sacred narcotic lily of the Nile: Nymphaea caerulea”, Economic Botany, 32 (1978), pp. 395-407.
-: “Transcultural use of narcotic water lilies in ancient Egyptian and Maya drug ritual”, Journal of Ethnopharmacology, 3 (1981), pp. 39-83.
GREEN, Lynda: “Toiletries and cosmetics” en REDFORD, Donald B. (ed.): The Oxford Encyclopedia of Ancient Egypt, vol. 3. Oxford University Press, 2001.
HARER, W. Benson: “Nymphaea: Sacred Narcotic Lotus of Ancient Egypt?”, Journal of the Society for the Study of Egyptian Antiquities (JSSEA), 14 (1984), pp. 100-102.
-: “Pharmacological and biological properties of the Egyptian lotus”, Journal of the American Research Center in Egypt (JARCE), 22 (1985), pp. 49-54.
-: “Lotus” en REDFORD, Donald B. (ed.): The Oxford Encyclopedia of Ancient Egypt, vol. 2. Oxford University Press, 2001.
HARRINGTON, Nicola: Living with the dead: Ancestor worship and mortuary ritual in Ancient Egypt. Oxford, Oxbow Books, 2012.
SZPAKOWSKA, Kasia: “Altered states: an inquiry into the possible use of narcotics or alcohol to induce dreams in Pharaonic Egypt” en EYMA, Aayko K. y BENNETT, Chris J. (eds.): A Delta-man in Yebu. Universal-Publishers, 2003.
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